El 29 de septiembre de 1578 se funda, en lo que era un poblado de nativos, la Real Villa de San Miguel de Heredia de Tegucigalpa, aprovechando el agua del Río Choluteca y las minas de plata al norte de la población. Rápidamente se transformó en un punto importante. Los españoles se interesaban en poblar esta localidad para buscar hacer fortuna mediante la extracción de plata.
El 29 de septiembre, fecha de fundación, coincide con la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. El primero de estos fue designado como protector del poblado, y hasta el día de hoy sigue estando en la parte central del escudo de la ciudad. La catedral Metropolitana de la ciudad, sede del arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa, también está dedicada a San Miguel Arcángel. En el centro del retablo principal de la catedral podemos ver al protector de Tegucigalpa.
Bajo el patrocinio de San Miguel, la elevada al rango de ciudad en 1821, ha sufrido mucho desde aquel ya lejano 1578. Tegucigalpa estuvo presente en los noticieros del mundo en octubre de 1998, cuando la tormenta Mitch destruyó mucho de la infraestructura de la ciudad. Desde entonces los pobladores han sufrido mucho para vivir en la que desde 1890 es capital de Honduras. Muchos han migrado desde pueblos cercanos buscando mejorar su condiciones de vida. Pero esto sólo ha contribuido al mayor deterioro de la ciudad. Tegucigalpa no tiene la capacidad de sustentar a sus mas de millón y cuarto de personas que la habitan. Por su desordenado crecimiento muchos sectores carecen de servicios básicos como el agua potable y no tienen calles decentes. Las calles que hay están plagadas de baches.
Felicidades Tegucigalpa. Que Dios te bendiga, que San Miguel Arcangel te guarde de mas calamidades y algún día logres recuperar tu esplendor colonial.
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