Después de los acontecimientos del 29 de junio de 2009, América se mantiene a la expectativa de la crisis que ahora se genera en Ecuador. El presidente Rafael Correa ha cambiado la forma en que se desenvuelve la vida de la policía en el país Sudamericano. Esto ha provocado la insurrección de los miembros del servicio.
La situación se ha tornado bastante precaria ya que los cuerpos militares han entrado en un enfrentamiento armado contra los policías insubordinados. El entorno es igual o más complicado que el que imperó en Honduras después de la expulsión de Manuel Zelaya.
Tomando en cuenta las relaciones diplomáticas del gobierno del país andino esperaremos la reacción de la comunidad internacional ante estos sucesos.
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