Praeter um sententia

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jueves, 15 de abril de 2010

ECONOMÍA>El problema de la educación en Honduras

Sabiendo que la educación es pilar para el progreso de cualquier sociedad, esta debe ser una prioridad­ para cualquier autoridad que pueda influir con sus decisiones el destino de una colectividad. Dado que el sistema educativo hondureño adolece de grandes carencias, difícilmente el país logrará verdaderamente encarrilarse en las vías del desarrollo.

El contexto que envuelve esta problemática es complejo. Para comprenderlo debemos hacer una retrospección, aunque sea algo breve. Cabe recordar que Honduras fue colonia de la corona española hasta mediados del siglo XIX, antes del proceso de colonia, hubo un primer encuentro que algunos llaman la conquista. Esto es así ya que los exploradores ibéricos trataban de hacerse de la mayor cantidad de territorio y declararlo propiedad de su majestad el rey. El problema es que estas tierras ya estaban ocupadas, lo que ocurrió es que los nativos fueron tomados también como propiedad de los hispánicos y pasaron, así, a ser esclavos. Como eran considerados más otro animal que un humano, no era necesario educar al subyugado, sólo se le requería que hiciera el trabajo para el español. Es desde entonces que se arrastran las carencias en la educación hondureña.

La Iglesia fue la que se ocupó de humanizar al nativo hondureño ante el europeo y fue la primera en hacer un intento por poner al americano un tanto al día con los adelantos que se habían alcanzado en el viejo mundo. Pero, siendo que estas personas eran necesarias para tareas tribales, sin mayor razonamiento ni ciencia, como agricultura, ganadería y servidumbre, nunca hubo mayor interés en propiciar un correcto perfeccionamiento de un plan de estudios.

Bajo esta situación se funda la Federación Centroamericana, que no representó más que un desligue de la corona española; la economía, política, educación, religión y sociedad sufrieron pocos cambios, si es que alguno. La llamada independencia, no fue más que una movida promovida por los criollos, hijos de europeos nacidos en América, para poder tener un papel más protagónico en la política. Así que las grandes mayorías, empleadas en haciendas de españoles y sus descendientes, no vieron mayor beneficio. Los sacerdotes siguieron estando al frente de un proyecto de alfabetización, más que de educación.

Fue hasta durante la vuelta del siglo XIX al XX, con la reforma liberal, que se hizo un avance en materia de educación. Por primera vez se hizo un esbozo de un currículo para la educación nacional. Como era de esperarse, no fue el mejor, pero fue un inicio. Como es la costumbre en este país, se hizo copias de modelos empleados en otras naciones. Sustancialmente, este no ha sufrido mayores cambios hasta la fecha.

A la deficiente estructura de educación existente, donde no hay suficientes edificios, ni maestros, para satisfacer la demanda de educación por toda la juventud hondureña, se le suma la caprichosa dirigencia magisterial. El maestro, que debería ser un guía, un modelador de mentes que luego pasaran a regir los destinos de los pueblos, se ha convertido en un obstáculo para el correcto desenvolvimiento.

Los líderes de las agrupaciones de docentes de los distintos niveles, desde que tengo memoria, se han encargado de entorpecer las actividades de desarrollo de Honduras. Además de interrumpir, anualmente, el año lectivo, con paros con la intención de “defender sus conquistas”. Últimamente se han valido de cualquier excusa para abandonar los salones de clases: acuerpar la “resistencia”, protestar en contra de las elecciones, solidarizarse con el sindicato de la Universidad Nacional, apoyar a los campesinos que reclaman tierras en Colón, lo que sea con tal de no hacer el trabajo por el cual se les paga. Dicho sea de paso su sueldo sale de las contribuciones que los ciudadanos hacen a través de sus impuestos, a cambio la dirigencia magisterial se encarga de velar porque el sistema educativo no sea eficiente y de atrasar las actividades económicas diarias y encima ellos no contribuyen al fisco.

El primer paso hacia una estrategia de educación que venga a solventar los problemas de educación en Honduras, primero es necesario depurar las organizaciones de maestros de personas aprovechadas que tengan la intención de permanecer ahí por el tiempo más largo posible como refugio para no trabajar y obtener magnos beneficios. Luego lo más importante será asegurar que existan las instalaciones adecuadas para que los alumnos estén en el ambiente necesario para maximizar sus aptitudes hacia el aprendizaje. Finalmente, debe elaborarse un correcto plan de estudios que vaya acorde con la realidad cambiante nacional, con este fin es necesario emplear psicólogos especialistas en educación, docentes con experiencia en la realidad educativa, los alumnos, padres de familia y autoridades de la secretaría de estado en el despacho de educación.

1 comentario:

  1. Estoy deacuerdo con las estrategias a seguir sugeridas, pero creo que de depurar no solo seria el magisterio, porque recurden que la politización es lo que mayor nos afecta, en todos los sectores del gobierno hay quien hay personas aprovechadas que buscan ese refugio y lucrarse. La educación es lo último que ha muchos les interesa. Depuremos todo el sector público en todas las áreas.

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