Una Cuaresma para Honduras

Para los cristianos, la Cuaresma es el tiempo durante el calendario litúrgico dedicado a la penitencia preparatoria para la Pascua. La Pascua, tiempo de alegría, signo del futuro mejor que nos espera en la gloria de Dios, requiere de un sacrificio previo. Así pues, en esta semana que se inicia la Cuaresma en este 2011, los hondureños deberíamos meditar sobre la cómo preparamos la Pascua para este país.

Si se hace penitencia, es porque algo hemos hecho mal; este es el momento para arrepentirnos de nuestras malas obras y rectificarlas. Los problemas que vive nuestra sociedad tienen origen en lo malo que hemos hecho y lo bueno que hemos dejado de hacer, así que es momento de dejar eso atrás y cambiar nuestras actitudes para construir una Honduras mejor. Y no es solo responsabilidad de los líderes de gobierno, sociedad civil o empresarios, todos los hondureños tenemos parte; recordemos que hay pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión. Es casi seguro que todos hemos cometido una falta contra nuestro país en alguno de estos modos. Por pequeño que pensemos que sea el mal que haremos, o hicimos, este contribuye a la caótica situación en la que vivimos, todo mal pensamiento, comentario no acertado o con afán de dañar, mala acción que hayamos hecho o bien que hayamos dejado de hacer ha sumado hasta dar como resultado la Honduras que tenemos hoy. Ya es momento de dejemos de sumar al lado negativo y lo hagamos en el positivo, todos por poco que podamos hacer, debemos comprometernos y aportar nuestro grano.

El Miércoles de Ceniza (9 de marzo de 2011) marca el inicio de la Cuaresma. Ese día, en el templo un ministro nos marcará con una cruz de ceniza en la frente mientras dice una de las dos fórmulas: “Conviértete y creé en el Evangelio” o “Polvo eres y en polvo te convertirás”. Convertirse significa cambiar, dejar el camino que llevamos y voltearnos para seguir el camino del bien. Polvo somos y por insignificante que pueda parecer lo que hagamos, como dijo Gandhi: -Cualquier cosa que hagas será insignificante, pero es muy importante que la hagas, porque nadie más lo hará.