La capital sigue siendo vulnerable

Sólo porque en los últimos días no ha habido tragedias que lamentar por deslaves o casa o puentes caídos, no significa que ya no riesgo en las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela. Lo único que ha ocurrido es que ya no hay tanta precipitación como hace unos pocos meses, pero la amenaza sigue estando ahí. Este es el momento óptimo para actuar.
La verdad es que no he sabido que las autoridades edilicias y centrales realicen actividades de prevención. Ciertamente esta es una irresponsabilidad de su parte, pero la seguridad de los habitantes también es compromiso de los ciudadanos. Tampoco he notado que haya un cambio en la forma de comportarse de los capitalinos. Si existe negligencia también de parte de los afectados, la culpa no es solo de la alcaldía y el gobierno central, ellos también la comparten.
El momento para dragar ríos, evacuar zonas de riesgo, retirar anuncios publicitarios, supervisar las estructuras, dejar de botar basura en calles y ríos, y demás obras de prevención es ahora. Si esperamos a que vuelva a llover, ya será demasiado tarde. El momento de actuar es hoy y los actores debemos ser todos.